Se las conoce como baterías Li-Ion y son dispositivos diseñados para el almacenamiento de energía de una manera más eficiente en duración, rendimiento y costo que las soluciones tradicionales.
En PRISMA MOTION elegimos impulsar el uso de las celdas LiFePo4 o LFP (baterías de litio-ferrofosfato) porque constituyen las baterías de Li-Ion más seguras y eficientes.
Se pueden utilizar para una gran variedad de vehículos eléctricos o híbridos que abarcan desde los urbanos de uso personal y carros de golf, hasta camiones y micros que transportan a gran cantidad de pasajeros. A su vez, se usan también en sistemas de energía renovable como la solar y la eólica, power walls, auto elevadores y vehículos marítimos.
Además de los beneficios al medio ambiente (que son aún mayores cuando se combina el uso con energías renovables), las baterías de Litio aseguran:
- Ahorro en combustible: Un auto eléctrico con baterías de litio gasta un 95% menos que uno alimentado con combustibles fósiles.
- Menor Contaminación: El ciclo de vida útil de las baterías LiFePo es hasta 10 veces mayor que el de las baterías de plomo-ácido tradicionales, generando muchos menos desperdicios.
- Practicidad: El volumen que ocupan dentro de un vehículo las baterías LiFePo es una cuarta parte del volumen que ocuparían baterías de plomo-ácido convencionales para obtener un rendimiento similar. En lo que refiere al peso la diferencia a favor de las LiFePo es aún mayor.
- Eficiencia energética: En comparación con las baterías de plomo-ácido, la eficiencia energética de ciclo completo (descarga y carga) de las de LiFePo es significativamente mayor, hablamos de un 50% para las baterías de plomo-ácido versus un 85% para las baterías compuestas por celdas LiFePo.
- Mayor duración: Poseen más de 3 mil ciclos de carga y descarga, esto implica que un auto con una autonomía de 350 km puede recorrer más de un millón de kilómetros antes de reemplazar las baterías.